Una vez que se ha perdido el espíritu humilde e inocente del amateur, muere con él el enfoque creativo. Todos los profesionales deberían seguir siendo siempre principiantes en su corazón.
Alfred Einsenstaedt
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26 diciembre 2013

Nochebuena.

Y llegó la Navidad!!! Esa forma de locura consumista , en la que casi todo vale y en la que casi nada llena... mi admiración por el ser humano en ocasiones tan "especiales" llega a ser infinita...su capacidad para ser lo que no es ni será nunca y para alcanzar lo inalcanzable llega  a ser en algunos individuos todo un ejercicio de estudio (como otras muchas cosas y otras muchas ocasiones). Hoy sólo quiero "centrarme" en esa especie de celebración-comilonas que tanto me llaman la atención . Y me hago mil preguntas...¿de dónde viene esta tradición en la que si no comes langosta, centollo, langostinos, gambas, cordero, tostón, dulces  varios, frutos secos a mogollón, bebes cava como un poseso, y vino (del bueno, claro), hasta que la lengua se te haga nudos es que no sabes celebrar estos días? ¿Quién ha dicho que en estos días es obligado gastarse en regalos lo que muchas veces no se tiene porque así "celebras" más estas fiestas? 

Hay tantas variantes en la palabra "celebrar" que resulta atrevido decir qué es realmente una celebración. Copiando las reflexiones de alguien a quien no conozco personalmente pero que sigo sus días desde hace unos años, "celebrar es estar vivo cada día, cogerse de la mano para intentar tirar hacia adelante..."  Por contrapartida, también leo ese otro tipo de comentarios, que no reflexiones, ya que si de verdad reflexionasen un poquito, creo yo que no se atreverían a hacer alarde de payasadas de semejante índole como las que hacen.


Cada uno estas fiestas las entiende "a su manera". Nadie debería de decir qué celebración es la más adecuada ni cual es la menos, sobre todo, porque las vivencias de cada uno son eso, de cada uno, y nadie puede ni debe ponerse en el lugar que no es el suyo, ni siquiera para opinar de algo aparentemente tan banal como son unas fiestas. 

Para mi, que me considero afortunada porque en mi mesa no hay ninguna ausencia (sí, mis abuelos, pero se fueron tarde, y aunque mis padres los echan de menos sé que de alguna forma son vacíos que se esperan cuando llegan aunque duelan, claro. Es una de las formas de esa "ley de vida" a la que todos nos queremos agarrar), las celebraciones las concibo de otra forma que comiendo, las concibo con complicidad, con olor a sinceridad, con sabor a "me ha sabido a poco tu compañía", con sonidos de risas, con olores a niños, con mil cosas de esas que ultimamente sólo quedan en un recuerdo, o lo que es peor , en la imaginación.

Y soy afortunada porque con mi pequeña tribu podemos alcanzar todo eso y mucho más sin necesitar nada más en estas fiestas y en cualquier día del año. 
Ese olor y esas risas son mi día a día, mi despertar, mi sueño...y eso es lo que le pido a estas fiestas. Poder empaparme de ese espíritu que sólo los pequeños conservan, que transmiten si estás dispuesto a dejarte llevar y escucharlos, si los miras sólo sin decir nada casi puedes ver esa "magia" que transmite su ilusión, su inocencia y su energía. 

No necesito regalos ni caros ni baratos, porque creo que el mejor de los regalos lo tenemos tan cerca  muchos que sólo tenemos que pararnos en este mundo de locos que estamos creando, observar, respirar hondo y dejarse llevar por el verdadero sentimiento de lo que veas. Es muy fácil...ellos lo ponen muy fácil. 

Cada gesto, cada mirada, cada palabra...esas son mis auténticas Navidades y mis auténticas fiestas. 

Las otras, las de las locuras con prisas , los enfados en estos días por todo y por nada, las carreras por ver quién regala lo mejor y más caro (sin poder la mayoría de las veces), las salidas y entradas con gente que no se quieren ni ver pero se tienen que "aguantar" ...esas, esas me quedan un poco a desmano y lejanas, en un rincón de la memoria al que poquitas veces llego si no es para recordar que lo que tengo tal vez llegó por todo lo que me faltó durante mucho tiempo. 

Y ahora sí, al que las pueda y quiera disfrutar, Felices Fiestas. Ojalá de verdad fueran felices y fiestas para todos.



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