No es que no hiciera fotos, pero no hay ninguna, o al menos, así me lo parece, que sea representativa de algo especial, aunque pensándolo bien, ver a quien tengo alrededor, es lo más especial del mundo, de mi mundo.
En el fondo, uno de los objetivos de las fotografías, es ese, recordarnos un momento determinado, que la imagen hable sin necesidad de palabras. Y en mí lo hacen, supongo que eso vale.
A " toro pasado" se ven más cosas que en el momento, y las explicaciones a muchas situaciones vienen solo con el tiempo. Eso es lo que sucede siempre. En estas me quedo con el "cambio" en muchos aspectos en nosotros, unos evidentes, como el crecer de mis mosqueteros. Otros, mucho menos visibles pero no sin importancia. Supongo que el año que viene por estas fechas, estaré diciendo o pensando más o menos lo mismo de estas fechas... sólo espero no tardar tanto en retomar el blog, mi diario un poco personal (quien diría que en la vida ni hice ni me planteé hacer ningún diario...).
Así que después del día de Reyes, no hay un vacío , pero es como que el mes pasó, sin pena ni gloria. Tampoco van a ser todos los meses un jolgorio, ¿no?
Pues me quedo con esto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario