7º Cumple de Dani

Y llegó el 21 de noviembre tan esperado por D (y por todos), para tener esos 7 años que de un plumazo , según él, lo convierten en mayor mayor ;-D.
Nuestro pequeño emperador va creciendo, afortunadamente, como la mayoría de los niños de su edad y sobre todo  con el babeo diario de una mami que cada vez lo mira más embelesada si cabe, un papi al que se le cae la baba con él y con el que tiene muchísma más complicidad que con mamá, con unas hermanas que lo miman en exceso, lo cuidan y enseñan cada minuto, cada segundo que están juntos y con unos abuelos que lo quieren como jamás pensaron hacerlo...

Esta es nuestra parte actual, la parte más bonita de un de las más bonitas historias. Para llegar hasta aquí, como en cualquier "camino" que se precie, hubo que pasar mucho, pero mucho de casi todo (y sé que lo que nos queda por delante, aunque distinto, también será difícil en algunas ocasiones).

Nuestro pequeño emperador, como sabéis que le llamamos desde el principio, es una de las realidades más bonitas con las que ni siquiera podíamos soñar. Como madre, no voy a decir todas las cualidades que yo le veo, porque, como tal, no soy imparcial , aunque creo que esa sonrisa y esos ojos son la recompensa de mucho tiempo, y eso , para nosotros, es lo importante. Porqué digo esto? Porque no olvidamos la primera vez que lo vimos...ni quiero olvidar que hay una mujer al otro lado del mundo para la que el 24 de noviembre no le traiga más que lágrimas y una pena que tal vez con el tiempo, haya podido aprender a llevar. Ojalá pudieras saber cuánto lo queremos, cuánto lo deseamos y cuánto lo cuidamos...Estoy segura de que eso te tranquilizaría de alguna forma.

Orgullo de padres es lo que veo cada vez que lo miro, orgullo por tener un hijo (unos hijos) con afan de superación, con ganas de aprender, con capacidad de supervivencia.

Esos ojos que tanto miro intentando encontrar una respuesta en silencio a mis preguntas mientras tú me cuentas emocionado que acabas de ver el nuevo dragón de Didot y que  se lo vas a pedir a Papa Noél en secreto para que tus hermanos no te lo quiten...y me hago tu cómplice en esconder tu carta tramando un plan perfecto...mientras sigo mirándote pensando en lo afortunada soy por tenerte tan cerca.

Esas risas de locuelo que me suenan a la más bonita de las músicas porque pienso en todos los meses que creciste sin ellas y me siento culpable...sí culpable, por no haberte podido proteger ni cuidar cuando más lo necesitaste y aún así, aquí estás , con tu familia, demostrándonos a todos cada día que un ser tan pequeño y tan indefenso puede tener tantas ganas de vivir que es capaz de salvar obstáculos que a mi se me antojan insalvables.

Ese bondad y esa inocencia que tienes, a la que por una parte intentamos premiar y por otra, seguimos intentando que no le haga demasiado daño.

Si me preguntasen por uno de los días más felices de mi vida tengo claro que en ellos, estarías tú. Costó mucho llegarte a tener entre nosotros, muchas horas de insomnio , muchos enfados, muchos "porqués", muchos nervios, algunas lágrimas...pero llegaste, y llegaste con la fuerza de  un huracán, tan frágil en apariencia y tan fuerte, que hiciste que todos los malos ratos pasados esperándote se quedaran apacigüados en una nube que sólo sale cuando a mamá le sale la vena del "recuerdo" pensando en el futuro.

Pequeño emperador, mi niño precioso, te deseamos hoy y siempre, que sigas dándonos lecciones de vida a todos los que tenemos la suerte de tenerte cerca y sobre todo, que seas feliz , fuerte, que sepas que si te caes, tienes que volverte a levantar una y mil veces porque solo así conseguirás  que esto a lo que llamamos vida, te llene plenamente. Nosotros , tu familia,  estaremos para tenderte la mano siempre que la necesites.