Enero 2016

 Al margen de las luces de Navidad, de las comidas familiares y copiosas...muy copiosas y seguidas de estos días (y como esta es una entrada escrita varias semanas después, tantas que ya casi no recuerdo lo de las luces navideñas), me quedo con lo que a nosotros más nos gusta de estas fiestas: el compartir momentos que a lo largo del año, por una cosa o por otra, son más difíciles de conseguir.
Claro que también está la mañana de Reyes en la que ya es como una tradición (una más) , dejar la casa como si hubiese pasado un ciclón y traído y llevado lo de las casas de alrededor, y sobre todo, montar todas esas piezas que cada vez necesitan más manos para que lleguen a estar casi todas en su sitio...no eran más fáciles los juguetes antes???  (aquí imaginad una carita entre sonriente e incrédula)

Las fiestas, se disfracen de lo que se disfracen, son siempre fiestas, se llamen como se llamen, y como tales, si hay niños de por medio, ya son especiales porque ya se encargan ellos de que así sean. Pero estas fiestas , además, están y son para y por ellos, así es que nadie se nos disculpe por ver otras cosas.

Esto es lo que ahora mismo, veo que nos trajo Enero 16´